En un pueblo, a las afueras, había dos colegios, los dos eran nuevos. Los colegios se llamaban: Dulce Mente y Cristal Arte. El colegio Dulce Mente tenía puertas de regaliz, las ventanas de ositos de gominola y las paredes de chocolate. El colegio Cristal Arte tenía todo de cristal, puertas giratorias, las ventanas de colores y las paredes transparentes.
Cada colegio tenía unas actividades. El colegio Dulce Mente tenía tiro con arco y natación y el colegio Cristal Arte tenía baloncesto y un tren que el viaje duraba 1h.
Siempre estaban regañando, que si él tenia más gente, que si él tenía más dinero,… Esos colegios no eran iguales que los otros porque todos eran niños, ¡¡¡INCLUSO LOS PROFESORES!!!
El colegio Cristal Arte tenía 345 estudiantes y Dulce Mente 400 estudiantes. Casi toda la gente prefería ir al colegio Dulce Mente.
El director de Dulce Mente le dijo al otro:
_ ¡JAJAJA tengo más estudiantes que tú!
_ ¡YA LO SÉ! Pero solo por unos cuantos más, no te creas que son tantos - le dijo el director de Cristal Arte muy enfadado.
A los pocos días abrieron otro colegio y todos los estudiantes se cambiaron a ese colegio. Los dos colegios se quedaron desiertos.
El director de Cristal Arte le dijo:
_ Lo siento. Me he portado como un adulto.
_ Yo también te digo lo mismo. Perdón. – le dijo.
Pasado un tiempo, dejaron de discutir y se cambiaron todos al nuevo colegio, cambiándolo hasta de nombre: lo llamaron Semillas de Paz. Aquel colegio era diferente, nadie discutía.
FIN
